Utiliza siempre el cinturón de seguridad

La seguridad en un automóvil está constituida por un conjunto de elementos que tienen por objetivo proteger al máximo a los ocupantes, siendo el cinturón de seguridad el de mayor efectividad para preservar vidas. Su objetivo principal es impedir el desplazamiento violento de los ocupantes ante una desaceleración inesperada. En un impacto frontal, el vehículo desacelera, y aquellos que no utilizan el cinturón, continúan a la misma velocidad a la que venían viajando, hasta que sus cuerpos golpean contra el volante, el parabrisas, o en otro de los casos más comunes, salen despedidos por el parabrisas. El uso correcto del cinturón de seguridad reduce aproximadamente un 80% la posibilidad de muerte o heridas graves en un accidente, de acuerdo con estadísticas realizadas en diversos centros de experimentación. Todos los pasajeros que estén dentro del vehículo deben hacer uso del cinturón de seguridad o el sistema de retención infantil correspondiente. En un impacto frontal, donde se produce una gran desaceleración en apenas instantes, el peso de la persona que viaja atrás podría llegar a invalidar la protección tanto del conductor como del acompañante, al desplazarse violentamente hacia adelante. Por otro lado, al no estar usando el cinturón, pueden golpear de forma descontrolada con los pasajeros. El sistema de cinturones de seguridad más utilizado actualmente es el de tres puntos, aunque muchos vehículos siguen incluyendo el abdominal en el asiento trasero central, dejando en desigualdad de protección a un quinto pasajero. Uno de los signos de evolución del cinturón de seguridad de tres puntos son los pretensores pirotécnicos, que ante fuertes desaceleraciones, lo tensan para aumentar su efectividad. Los cinturones de seguridad también pueden incorporar limitadores de esfuerzos, que permiten dar un poco de holgura (progresiva) para reducir la carga ejercida sobre el tórax.