Audi construye el auto del futuro

El nuevo Audi AI:ME ya es una realidad. Se trata del nuevo prototipo que anticipa el futuro para desplazarse en megaciudades, con un interior que se caracteriza por ser espacioso y futurista. Este modelo está diseñado para las grandes ciudades y cuenta con un nivel 4 de conducción autónoma, lo que significa que el vehículo no necesita ningún tipo de intervención por parte del conductor siempre y cuando el auto se encuentre en zonas designadas para este tipo de conducción pilotada. El nivel completamente automatizado sería el nivel 5. El nivel 4 es en el que la figura de conductor desaparece como tal cuando se viaja por autovías o vías urbanas preparadas para este tipo de automatización, y por tanto con la infraestructura necesaria. En todo caso, el prototipo de Audi mantiene el volante y los pedales en su habitáculo, aunque convenientemente camuflados tras una cubierta de madera de nogal de poro abierto. El AI:ME recurre también a la inteligencia artificial y al aprendizaje automático (machine learning), y según el fabricante de Ingolstadt este modelo del futuro será también empático y podrá interactuar tanto con el entorno como con sus ocupantes y adaptarse a las preferencias de estos. El modelo mide 4,3 metros de largo (2,77 metros corresponden a la distancia entre ejes), 1,90 metros de ancho y 1,52 metros de alto, un compacto del tamaño de un Audi A3 Sportback. La configuración interior, que Audi denomina 2+x, ofrece múltiples posibilidades en cuanto a colocación de asientos y espacio de carga, con lugar para cuatro ocupantes. Entre las posibilidades que ofrece destacan los reposapiés bajo el tablero (para cuando el automóvil se conduce por sí mismo), diversos compartimentos portaobjetos, asientos tapizados en tela, portabebidas con imanes para sujetar platos o vasos metálicos. También merece mención la vegetación, ya que por primera vez hay plantas en el habitáculo de un automóvil. Otro dato para tener en cuenta son los sistemas multimedia y de comunicación del vehículo, los cuales se controlan mediante comandos de voz, superficies táctiles o tecnología de seguimiento ocular o eye tracking. Además, el contenido de la pantalla OLED tridimensional también se puede ver a través de unas gafas de realidad virtual que permiten además ver películas, navegar por Internet, entre otras cosas.