Cuidar el tubo de escape evita mayor contaminación
En esta edición presentamos la importancia del tubo de escape, el cual tiene la misión de evacuar los gases generados a la atmósfera, es decir que, dependiendo de su funcionamiento, sea bueno o malo, no sólo afectará al medio ambiente o a la contaminación acústica, sino también al rendimiento del motor e incluso a nuestra salud. La mayoría de los problemas en el tubo de escape están relacionados con dos elementos que deben cuidarse, ellos son: la condensación (humedad) que se genera en su interior, especialmente en los motores con gasolina, y esa agua acumulada acaba por provocar óxido que puede desembocar en grietas o fisuras. El otro elemento es el hábito de conducción. Se debe tener un equilibrio en el uso del vehículo. El objetivo es rendir al máximo la vida útil del mismo, por lo que siempre es recomendable que el vehículo realice de forma habitual tanto recorridos largos en autopista como cortos. Se debe tener en cuenta que, si al revisar el tubo de escape se nota una mala sujeción, ya sea por algún pequeño golpe (por ejemplo, al estacionarse) o por el desgaste de las fijaciones, este sufrirá un exceso de vibración y también acabará por romperse.